Siempre extender nuestras manos, siempre brindar nuestro corazón. Lo grande también está en lo pequeño: brindando sonrisas, dando animo y aliento se puede mover todo el Universo. Seguir sembrando semillas de amor, caigan donde caigan, si caen sobre tierra fértil darán sus frutos que resplandecerán a la luz del día, si caen sobre tierra infértil, será una tierra que tendrá que ser trabajada para su despertar y esas pequeñas semillitas si bien no prenderán en esa tierra la comenzarán a abonar para que tarde o temprano esté preparada para dar sus frutos.
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